miércoles, 11 de enero de 2017

La momificación en Egipto

La religión egipcia garantizaba una vida después de la muerte si el cadáver era momificado y se superaba el Juicio de Osiris.  En la siguiente presentación podéis ver en qué consistía y cuáles eran todos los pasos que el alma del difunto debía superar para alcanzar la otra vida.



La momificación del cuerpo conllevaba todo un ritual muy complejo. En primer lugar se limpiaba y perfumaba el cadáver. Luego se extraían las vísceras y se introducían en unos recipcientes llamados vasos canopes y el vientre, ya vaciado, se llenaba con hierbas aromáticas. Después se sumergía el cuerpo en un recipiente lleno de un liquido carbónico, dejándolo ahí durante setenta días para evitar que se degradasen los tejidos. Pasado este período de tiempo se volvía a lavar el cuerpo y se rellenaba con serrín. Para finalizar se le juntaban las piernas y los brazos al cadáver y se le envolvía con vendas llenas de adhesivo. La momia se introducía en un ataúd con forma humana y se despositaba en su tumba definitiva, donde aguardaría las ofrendas de sus allegados.

Parte del proceso en el que se envolvía por completo con vendas el cadáver. Fuente
Eso sí, no todos estaban destinados a este tipo de enterramiento, solos los faraones y grandes dignatarios podían permitirse este tipo de ritual, a las clases más bajas sólo les quedaba la alternativa de enterrarse en el desierto.

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